¿Comer carne roja no es tan malo? ¿En qué quedamos?

Este artículo publicado en el periódico La Vanguardia, solo responde al interés que tiene el sector cárnico en que no caiga el consumo de carne y derivados. Me llama la atención que AECOSAN para defender el consumo de carne opte por criticar a la OMS por difundir un mensaje que según ellos, confundió al consumidor. ¡Vaya!

Creo recordar que AECOSAN tardó semanas en pronunciarse al respecto para trasladar al consumidor un mensaje más fácil de entender que un documento científico de la OMS (que transcendió gracias a la tecnología y la democratización de la información, cosa que en mi opinión, no siempre es lo más adecuado porque hay información que no es fácil de comprender por técnica y especializada). ¿Donde estaban entonces, cuando tanto les necesitábamos?.

AECOSAN afirma que se están trasladando mensajes confusos al consumidor. Todo el artículo está redactado dejando entrever que el consumo de carnes rojas forma parte de la dieta mediterránea y que su consumo es extremadamente beneficioso.

En mi opinión este artículo contribuye a esa confusión por declarar de forma implícita que no hay que alarmarse y que consumiendo de forma moderada (¿qué será eso?) carne roja (no especifica de qué tipo) obtendremos grandes beneficios para la salud. 

Pues bien, según la Guía del 2016 de la SOCIEDAD ESPAÑOLA DE NUTRICIÓN COMUNITARIA: (copio TEXTUALMENTE)

 

"CARNES ROJAS Y PROCESADAS

 

El consumo de carnes rojas y de carnes procesadas en todos sus formatos debería moderarse en el marco de una
alimentación saludable, eligiendo productos de excelente calidad, procedimientos culinarios sin contacto directo con el fuego y, siempre, con el acompañamiento de una guarnición de hortalizas frescas.
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El grupo de carnes rojas y procesadas contiene proteínas de alto valor biológico, lípidos, vitaminas del grupo B y minerales, como hierro y zinc de elevada biodisponibilidad.

NO OBSTANTE, un consumo elevado puede suponer un riesgo para la salud por su elevado contenido en grasas saturadas, colesterol y sodio, a diferencia de las carnes blancas y magras.
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Según el último Informe Científico del Comité Asesor de las Guías Dietéticas Americanas (206), un patrón alimentario con menor consumo de carnes rojas y procesadas se asocia a una disminución del riesgo de obesidad (NE = baja), de enfermedad cardiovascular (ECV) (NE = alta), de cáncer (NE = moderada/baja según algunos tipos de cáncer) y de diabetes mellitus tipo 2 (NE = moderada). En este sentido, un reciente metaanálisis concluyó que su consumo elevado podría aumentar el riesgo de todas las causas de mortalidad (217) y un estudio del IARC lo asociaba con carcinogenicidad (159).

El contenido en colesterol y grasas saturadas de las carnes rojas y procesadas se ha relacionado con el incremento del riesgo cardiovascular y obesidad, y el contenido elevado de sal (sodio), principalmente en los procesados, con la elevación de la presión arterial (218,219) y el riesgo cardiovascular.

Además, el contenido en hierro hemínico y precursores de compuestos N-nitroso (NOC) de estos alimentos se ha relacio- nado con el incremento de la incidencia de la ECV, cáncer y diabetes tipo 2. Así, la ingesta elevada de hierro hemínico incre- mentaría el riesgo de aparición de estas enfermedades crónicas (220-223) mediante la producción de especies reactivas de oxí- geno capaces de inducir peroxidación lipídica y daño oxidativo al DNA (224). Además, el hierro hemínico, en presencia de los agentes carcinogénicos como las nitrosaminas y nitrosamidas y sus precursores (nitritos, nitratos, proteínas) actuaría como agente nitrosante, aumentando aún más la formación de NOC en el tracto gastrointestinal (225).

Por todas las evidencias expuestas, se recomienda que el con- sumo de carnes rojas y procesadas sea ocasional o moderado, para evitar el incremento del riesgo para la salud y el importante impacto medioambiental que supone un consumo elevado."
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Aquí os dejo el enlace al documento:
http://www.nutricioncomunitaria.org/es/noticia-documento/43 

¿Entonces en qué quedamos?

Pues eso, hay que comer menos cantidad de carne roja y procesada. ¿que significa esto?

Que si comes 4 veces por semana debes consumir menos.

Y si comes 2 veces por semana, puedes consumir 1.

Y si consumes 1 vez por semana y quieres seguir consumiendo 1 vez, pues adelante, siempre mejor carne con menos grasa y trozos enteros, evitando carnes procesadas = embutidos grasos (también los de pavo), salchichas y hamburguesas más procesadas (las que no proceden de picar un trozo entero de carne magra Y NADA MÁS).

tomando conciencia del impacto sobre el medio ambiente, puedes consumir con menor frecuencia que la semanal, potenciando carnes blancas (aves y conejo) y el pescado, los huevos o los quesos frescos.

También conviene potenciar las proteinas vegetales también muy propias de esa dieta mediterránea que menciona AECOSAN en este artículo, como son las LEGUMBRES. Las legumbres se pueden consumir de segundo plato también, de esta manera sustituirás la proteina animal por proteina vegetal.