¿Cómo serán en un futuro nuestros hijos? La obesidad infantil y sus consecuencias

Un médico controla el peso de un niño en una revisión endocrinológica. Foto:AFP PHOTO
Un médico controla el peso de un niño en una revisión endocrinológica. Foto:AFP PHOTO

La teoría de la buena alimentación es conocida: cinco comidas al día, pocas grasas y ejercicio. Pero la realidad es muy diferente: el ritmo de vida actual ha arrastrado a los precocinados; cada vez se toma menos comida casera; se sustituye el agua por refrescos; y se abusa de alimentos calóricos tipo aperitivo o bollería. Los niños son más sedentarios, están enganchados a la tele o los videojuegos. Y esto tiene un precio: vivir menos y peor. Por primera vez en España desde la posguerra, la esperanza de vida de los recién nacidos ha descendido. "Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la actual generación podría ser la primera en la historia de nuestro país que haga disminuir la esperanza de vida debido a las enfermedades mortales en las que deriva la obesidad", asegura el presidente de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica, Juan Pedro López-Siguero.

Barbie obesa
¿El futuro de nuestros hijos?

Si juntamos una mala alimentación con una baja actividad física (el 50 por ciento de los chicos y chicas españoles de entre 13 y 18 años sólo practica ejercicio cuando realizan educación física en los centros escolares, porcentaje algo superior en el caso de las chicas), tenemos el cóctel perfecto: "Un 27,5% de los niños y adolescentes españoles tiene sobrepeso u obesidad."
Y no es sólo un problema estético sino, sobre todo, de salud y de calidad de vida: chicos de 9, 10, 12 o 14 años diagnosticados de hipertensión arterial, de diabetes tipo II, tradicionalmente asociada a los adultos, o con alteraciones de los lípidos, fundamentalmente colesterol, configuran un cuadro nuevo que amenaza con convertir a los niños en pacientes crónicos y en caldo de cultivo propicio de las enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte en el mundo occidental.
¿Realmente queremos esto para nuestros hijos? ¿Queremos condenarlos a una vida plagada de problemas de salud? La respuesta es obvia para todos los padres. Pero, ¿es posible evitar estos problemas? Desde aquí queremos decir bien alto que sí es posible. En los próximos artículos iremos dando algunas claves para conseguir una alimentación sana para toda la familia.

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